Cuando realizamos una fotodepilación en una zona en la que no se han alterado las fases de crecimiento con ningún método de arranque aproximadamente el 20% del pelo está en FASE ANÁGENA (fase de crecimiento), fase en la que el pelo está nutrido y alimentado, y en la que el tratamiento es eficaz, de ahí la importancia de no alterar la duración de las fases, ya que alargaríamos así el proceso y el numero de sesiones.
Aunque la destrucción del folículo piloso por láser parece ser más óptima durante la fase anágena, se han realizado numerosos estudios donde no encontraron muchas diferencias en la probabilidad de eliminar folículos que se encontraran en fase anágena o telógena.
Esto se explica porque la localización de la protuberancia (donde residen las células germinativas) es independiente de los ciclos del crecimiento del pelo, y que por tanto, las células pluripotenciales situadas en ella son el objetivo a destruir para conseguir una fotodepilación permanente.
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